La Unión de Campesinos y La Fundación UFW dan la Bienvenida a la Regla Propuesta de Estándares Federales de Calor para Trabajadores al Aire Libre

Washington D.C.La Unión de Campesinos y la Fundación UFW dan la bienvenida a la regla propuesta para crear una norma federal de seguridad para el calor por parte de la administración Biden-Harris. Esta regla propuesta por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) del Departamento de Trabajo,  una vez que entre en vigor, protegerá la salud y las vidas de los campesinos que no tienen otra opción que trabajar durante temperaturas extremas. La propuesta federal ha sido una prioridad durante mucho tiempo para el movimiento campesino y es el resultado de décadas de defensa por parte de los trabajadores agrícolas, a menudo a raíz de inmensas tragedias, incluidas la muertes de campesinos

La regla federal de seguridad para el calor recientemente propuesta por OSHA se basa en las regulaciones de calor existentes en California, Oregón y Washington, todas las cuales se implementaron luego de las muertes de campesinos en el trabajo debido al calor extremo. La regla propuesta de OSHA incluye:

  • Requerir acceso al agua potable para el empleado;
  • Requerir el acceso de los trabajadores a áreas de descanso cubiertas y/o con sombra.
  • Requerir que los trabajadores tengan derecho a tomar descansos regulares
  • Requerir a los empleadores que eduquen y capaciten a los trabajadores sobre estos derechos, así como que implementen un plan de aclimatación climática para los trabajadores.

En respuesta a la propuesta de la administración Biden-Harris, la UFW y la Fundación UFW emitieron las siguientes declaraciones:

Este es un momento agridulce para los campesinos”, dijo la presidenta de la UFW, Teresa Romero. “Todas las regulaciones importantes de seguridad para el calor en Estados Unidos a nivel estatal, y ahora federal, fueron escritas en la sangre de los trabajadores agrícolas. Cada año, campesinos mueren a causa del calor, y las muertes conocidas probablemente superen drásticamente en número a las muertes desconocidas e incontables. Esto es particularmente cierto en estados como Florida y Texas, donde gobernadores extremadamente contrarios a los trabajadores y a favor de la muerte han tomado medidas extremas para desmantelar las pocas protecciones locales contra el calor en los lugares de trabajo que existían. Hoy, el gobierno federal se colocó en el lado correcto de la historia al buscar, por primera vez, establecer el precedente de que todo trabajador en Estados Unidos tiene derecho a la sombra, al agua y al descanso mientras trabaja en temperaturas que podrían matarlo. A medida que las temperaturas extremas continúan convirtiéndose en la nueva normalidad, también sabemos que seguirán siendo los trabajadores más marginados pero esenciales de Estados Unidos, desproporcionadamente inmigrantes, quienes seguirán siendo utilizados por nuestra sociedad como escudos humanos desechables contra el cambio climático. Esta propuesta es un paso para convertirnos en una nación mejor, una en la que nuestra economía sea más resiliente, nuestra sociedad más justa y cada trabajador pueda trabajar con dignidad y volver a casa con su familia”.

Durante años, la Fundación UFW ha instado a OSHA a establecer una norma federal de calor para que todos los campesinos y otros trabajadores externos puedan tener un ambiente de trabajo seguro independientemente del estado en el que vivan”, dijo Erica Lomeli Corcoran, directora ejecutiva interina de la Fundación UFW. "Ya era hora de que OSHA propusiera una norma nacional de seguridad contra el calor para los trabajadores al aire libre. Los trabajadores agrícolas se encuentran entre los más afectados por el calor extremo y, sin embargo, tienen la menor protección en el lugar de trabajo. Soluciones de sentido común, como agua potable, descansos pagados, sombra y capacitación para trabajadores al aire libre durante períodos de calor extremo debería ser la norma federal. Instamos a OSHA a finalizar e implementar rápidamente esta regla propuesta en nombre de María Isabel Vásquez Jiménez de California, Darío Mendoza de Arizona y Miguel Ángel Guzmán Chávez de Georgia, y  muchos otros trabajadores agrícolas que murieron por el calor extremo y la falta de protección”.

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