Rodeada de viñedos que han empezado a cubrirse del verde que surge con la primavera, el área donde estuvo la sede inicial de la Unión de Campesinos, los famosos ‘Cuarenta Acres de Delano’, se llenó de alegría y emociones el pasado martes por la tarde, durante la proyección al aire libre de la película César Chávez.

Desde mediados de la tarde, y para encontrar el mejor lugar posible, las personas empezaron a llegar desde diferentes puntos del valle. Algunos a pie, pues venían de áreas cercanas, otros en automóvil, y la gran mayoría a bordo de decenas de autobuses de donde bajaban caritas sonrientes, algunos vistiendo los colores que identifican al movimiento campesino, y muchos de ellos con su bandera roja con el águila negra de la UFW.  Estaban ahí para ver la película que narra la vida del líder campesino César Chávez, cofundador de la UFW y la persona que dedicó su vida a luchar por los derechos de los trabajadores y los emigrantes.

El primer autobús en arribar a los Cuarenta Acres fue el proveniente de Greenfield, conducido por José Espinosa, quien con un rostro muy sonriente nos contó que habían salido de Greenfield a la 1:30 de la tarde para poder estar a tiempo y disfrutar de la película.  Las personas que ocupaban el autobús, entre quienes pudimos ver hombres, mujeres y niños, estaban muy contentos de haber llegado a su destino y ser los primeros en llegar.

Martínez, Flores y Olguín.

Tres mujeres que se han dado a conocer mucho en la lucha del movimiento campesino son las señoras Ruth Martínez, Josefina Flores y Carolina Olguín, y quienes arribaron juntas a los cuarenta acres.  Las tres muy felices, y vistiendo los colores de la UFW, llegaron al lugar y cuando fueron abordadas por los medios de comunicación, muy gustosas compartieron recuerdos, anécdotas, y el gusto de estar ahí.

“Nos sentimos muy bien, muy contentas de venir a ver la película de César, porque nosotras participamos en esas cosas que se cuentan en la movie”, manifestó doña Josefina, como cariñosamente se le llama en el movimiento.  “Si, nosotras estuvimos en todo eso y seguimos estando en todas las marchas”, citó doña Carolina.  Ruth por su parte también recordaba su participación en los eventos y dice muy orgullosa “yo soy la enfermera de las marchas”.

Y así, uno a uno los grupos de campesinos provenientes de diferentes lugares del valle, desde Madera hasta Arvin, Salinas, el Condado de Ventura, y más, fueron llegando a bordo de los autobuses, y fueron ocupando su lugar.  Se les brindó comida antes de presenciar la película, y gozaron de una tarde familiar, de recuerdos, de emociones y de entretenimiento.

Este evento se realizó al aire libre en una tarde de primavera, con un clima muy agradable y bajo el patrocinio de la compañía Pantelion, productora de la película y el movimiento campesino. Una pantalla gigante fue colocada afuera del edificio que constituyó la primera oficina de César Chávez, y donde tuvo lugar la firma del primer contrato de la UFW en 1970.

En esta tarde se contó con la presencia de Diego Luna, director de la película, quien  se dio el tiempo para tomarse algunas fotos con algunos de los asistentes, así como dar un recorrido por el interior del edificio de los 40 Acres,  el presidente de la UFW, Arturo Rodríguez, y lo más importante, la familia campesina que al ver la película fortalecieron su espíritu de lucha y acrecentaron su fe en la conocida frase de la UFW:  SI SE PUEDE!

Antonio Cortez, quien vive a diario el legado de César Chávez, y Diego Luna, en un pasillo de Los 40 Acres de Delano.